Envolventes Adaptables
El estudio de envolventes adaptables es uno de los campos con más futuro en la arquitectura y la ciencia de materiales. Se trata de componentes y sistemas que se adaptan de forma automática y responden químicamente y/o físicamente a modificaciones en las condiciones climáticas.
De este modo, se han desarrollado envolventes que van más allá de la arquitectura y que poseen características geométricas y lumínicas no constantes. Estas envolventes son capaces de cambiar y adaptarse a las condiciones del entorno de modo inteligente, sin necesidad de dispositivos electrónicos.
Dentro de las investigaciones llevadas a cabo en este tipo de envolventes, cabe señalar las llevadas a cabo en el Instituto de Estructuras Ligeras y Diseño Conceptual (ILEK) de la Universidad de Stuttgart. En concreto, se ha desarrollado una tesis doctoral, realizada por Markus Holzbach y dirigida por Werner Sobek, sobre creación de envolventes textiles adaptables. Como resultado de ello, se construyó un prototipo denominado “Cocoon Paul”.
“Paul” presenta una simbiosis orgánica con los cambios del entorno, basándose en mecanismos como el del cambio de color de los camaleones y el fototropismo de las plantas.
La envolvente se basa en un sistema multi-capa dotado de diferentes materiales altamente tecnológicos. La capa superior es una membrana que protege el sistema de la intemperie. Por debajo de esta capa se dispone un sistema de 8 km de longitud total compuesto por fibras ópticas de vidrio que permiten la modificación del color de la envolvente con un total de 1200 puntos de luz. Por debajo de la capa de luz se encuentra una capa cerámica (diafragma) de alto aislamiento. Finalmente se encuentra otro diafragma que actúa como capa de almacenamiento interno, que es ejecutado por materiales de cambio de fase.
A altas temperaturas el diafragma es más fluido que a bajas temperaturas. El espesor total de la multi-capa es de 1.4 cm, con capacidades de almacenamiento y aislamiento térmico comparables a las de un muro tradicional de 15 cm de espesor.
En los edificios del futuro, quizá muchos componentes sean similares a los de un organismo vivo, con propiedades no constantes. Probablemente, esta investigación está lejos de poder aplicarse actualmente en edificios convencionales, pero es de un gran interés a la hora de evaluar las posibilidades formales que abren los nuevos materiales en el futuro en el campo de la arquitectura.